La Nación, Sábado 24 de septiembre, 2005
Ojo al cristo
El Taller del Artista
Rocío FernándezEsta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Cali Rivera está de cumpleaños artístico y se lo ha tomado en serio.
Su Taller del Artista, localizado en Tres Ríos, está tapizado con obras de su autoría. La soprano María Marta López canta lo mejor de Barbra Streissand recostada en un diván como una odalisca de Matisse, mientras el guitarrista Pablo Ortiz acentúa los impulsos colorísticos de la soprano con la misma necesidad de luz, libertad y bienestar que el famoso maestro practicó durante su periodo en Niza.
Uno puede pasar la noche desentrañando las lecciones de decoración "ecléctica" presentes en el lugar. Valdría la pena preguntarle al propietario si su Taller es como La pena del rey, cuadro de papeles recortados que Matisse consideró "equivalente a todas mis mejores pinturas".
Como escenógrafo y figurinista, Cali es propenso a las atmósferas fantásticas, los objetos variados y los estilos yuxtapuestos. Inclinado por la decoración suntuosa, también practica la síntesis en el uso de una vajilla estilizada.
El eclecticismo abruma y entretiene pero nada es más poderoso que la suma de dos artistas de formación clásica en versión popular. La vida de todos los días depara esas sorpresas musicales, sin necesidad de ir a Broadway.
El funcionamiento profesional del sistema de sonido le permite a la cantante desplazarse sin alterar su juego vocal, mientras visita cada collage ambiental y escenifica los diferentes cuadros de su coreografía. En sereno equilibrio, la guitarra intensifica el fondo y desafía la solidez y belleza abrumadora de la voz femenina.
En el Taller del Artista también se toma buen café. La carta de bebidas con nombres de famosos provoca la picardía. El escultor Jorge Jiménez Deredia equivale a un café con leche condensada, caramelo y esencia de Tiramizú, cortado con espuma de leche extra, y servido en copa globo. ¿Tendrá tapete de croché?
Hay cafés con nombres de pintor (Adrián Arguedas), de bailarina y de actriz (Mireya Barboza y Roxana Campos), de poetisa (Eunice Odio) y de humorista (Carmen Granados).
En honor a la diva original, el Café Zulay Soto -expreso con brandy-, cualquiera canta como Miguel Bosé aquella estrofa de Morena mía: "Muévete bien/ que nadie como tú/ sabe hacer café".
¿Es Cali Rivera mejor empresario que artista? Busque, en Tres Ríos, todas las respuestas.